Skip to content

¿Qué Son los Data Lakes? Una Guía Fácil sobre Almacenamiento de Datos

¿Alguna vez te has mudado y, por falta de tiempo, terminaste tirando todas tus cosas en el depósito pensando “luego lo ordeno”? Bueno, eso es básicamente un data lake. Es un espacio enorme y flexible donde puedes guardar todo tipo de datos sin preocuparte por el formato o la estructura. Tal vez lo uses, tal vez no, pero ahí está por si acaso.

En este post te explico qué es un data lake, cómo funciona y por qué podrías necesitar uno. Nada complicado, todo claro y al grano.


¿Qué es exactamente un Data Lake?

Un data lake es un espacio centralizado para almacenar datos en bruto. No solo los datos limpios y ordenados. Me refiero a logs, imágenes, publicaciones de redes sociales, archivos CSV, audio, JSON, lo que se te ocurra. Sean estructurados, semi estructurados o sin estructura. Todo entra.

No necesitas saber de inmediato cómo lo vas a usar. Solo lo almacenas tal como viene. Más adelante, cuando los analistas o científicos de datos necesiten trabajar con esa información, sacan lo que les sirve y lo procesan en ese momento.

Es distinto a un data warehouse. En el warehouse todo tiene que tener orden, estructura, un esquema definido antes de entrar. El lake en cambio acepta todo sin hacer preguntas.


Data Lake vs Data Warehouse: la comparación de cocina

Vamos con un ejemplo más visual.

Un data warehouse es como tu estante de especias. Todo está etiquetado, ordenado, y sabes exactamente dónde está el orégano cuando lo necesitas.

Un data lake es más como ese cajón enorme donde metes todas las compras del supermercado sin clasificar. Hay papas junto a yogur, y una bolsa de pan que ni sabías que compraste.

Puede sonar caótico, pero cuando no tienes claro todavía qué vas a cocinar, ese cajón te da opciones.

Así que:

  • Warehouse = ordenado, definido, todo en su sitio
  • Lake = crudo, flexible, guarda todo lo que cae

¿Por qué te serviría tener un Data Lake?

Imagínate que tu negocio recolecta un montón de datos distintos. Clics de usuarios, logs de aplicaciones, lecturas de sensores, respuestas de encuestas, mensajes del chatbot, ventas. No tienes tiempo para organizar todo desde el primer día.

Con un data lake, simplemente lo guardas. Todo. Después, cuando surja una nueva necesidad o una pregunta, puedes volver y explorar esa data.

Por eso vale la pena:

  • Puedes almacenar cualquier tipo de dato, sin importar el formato
  • Escala con facilidad, especialmente si lo usas en la nube
  • Es ideal para el futuro, porque quizás hoy no necesitas esos logs, pero mañana te resuelven un problema

¿Cómo funciona un Data Lake?

Un data lake se alimenta de varias fuentes. Bases de datos, aplicaciones móviles, sensores, redes sociales, herramientas internas.

La data entra sin necesidad de transformarla ni limpiarla.

Ya almacenada, puedes usar herramientas como Spark, Athena, Redshift Spectrum o incluso Python para consultarla, transformarla o analizarla. Tal vez la conviertas en una tabla bien estructurada, tal vez la uses para entrenar un modelo de machine learning. La gracia es que el lake deja la puerta abierta para lo que venga.


Pros y contras de un Data Lake

No todo es color de rosa. Si se usa bien, un data lake puede ser una joya. Pero si lo dejas sin control, se convierte en un desastre.

Pros

  • Menor costo que las bases de datos tradicionales
  • Mucha flexibilidad para distintos tipos de uso
  • Todo en un solo lugar, sin importar el tipo de dato

Contras

  • Puede volverse un pantano digital si no hay orden ni control
  • Más difícil de gobernar si nadie se encarga de etiquetar o clasificar
  • La calidad de los datos puede ser baja, lo que afecta cualquier análisis que hagas después

Un ejemplo real: cómo lo usa Stream-Oz

Pensemos en una plataforma de streaming. Vamos a llamarla Stream-Oz. Ellos registran todo lo que haces. Qué ves, cuándo pausas, si vuelves a mirar algo, qué series dejas a los cinco minutos, qué calificas con cinco estrellas.

No saben de inmediato qué hacer con todos esos datos. Pero igual los guardan. Todo eso va directo al data lake.

Después, los analistas exploran la información para detectar tendencias, ver qué contenido engancha más, o decidir qué tipo de series deberían producir en el futuro. Esa data, que al inicio parecía “por si acaso”, termina siendo muy valiosa.


Cómo evitar que tu Data Lake se convierta en un pantano

Esto es clave y mucha gente lo pasa por alto. Si no gestionas bien tu lake, termina siendo una montaña de basura digital.

Unos tips simples:

  • Usa metadatos. Etiqueta lo que entra. De qué trata, de dónde vino, cuándo se cargó
  • Controla el acceso. No todos deben ver todo. Define permisos
  • Monitorea y audita. Mira qué entra y quién lo usa
  • Limpia cada cierto tiempo. No necesitas logs de hace cinco años. Borra lo que ya no aporta

Para cerrar

Un data lake no es magia. Pero si estás manejando un montón de datos sin una estructura clara desde el comienzo, es tu mejor aliado.

Te da flexibilidad, capacidad de crecer y un punto central para guardar todo. Lo importante es no dejarlo tirado. Un poco de orden marca la diferencia entre un lago útil y un pantano sin salida.

Y la próxima vez que digas “ya lo ordeno luego” mientras subes otro archivo crudo a tu bucket de la nube… bueno, acabas de crear tu propio rincón de data lake.

Published inCloud ComputingData Engineering